Te veo.
En la intemperie, en la angustia, tus ojos me sosiegan.
La calma llega sin pedir permiso y se queda. Mejor así.
Tu mirada me atraviesa y auyenta mis agobios en el camino, se los lleva. Estoy en paz.
A tu lado no todo es tranquilidad, pero todo es armonía. Los problemas se alejan como huyendo de un conjuro que tu presencia invoca.
La charla calienta el ambiente, la tele de fondo está para alguien más, yo hace rato que no la escucho.
No puedo ver otra cosa que tu aura desparramada por cada rincon de la casa.
Me siento pleno.
Te escucho.
Te veo.
sábado, 7 de noviembre de 2015
Te Veo
Publicado por Daniel Moses en 6:37
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