martes, 28 de agosto de 2007

Sobre Gran Hermano y otras yerbas

Este artículo pretendo analizar, desde el punto de vista de una persona común (yo), el juego que se ha dado en llamar "Gran Hermano"

No se que pensarán Uds pero a mi modo de ver este tipo de programas son deleznables, execrables y terroríficos. A continuación verán porqué pienso de este modo...

No se cuántos de Uds leyeron la famosa novela de George Orwell "1984" pero el nombre del más conspicuo de los programas, es decir "Gran Hermano", tiene su origen en el siniestro personaje homónimo de la novela mencionada. En ella el "Gran Hermano" ejercía un poder total y absoluto sobre los pobladores de la Inglaterra futurista del año 1984, además de ser el jefe absoluto del único partido politico permitido en esa "democracia" llamado INGSOC. Este poder se ejercía a tal punto que no se permitían pensamientos en contra del régimen, teniendo para este fin un cuerpo de policía especial llamado "Policía Mental". Los culpables de crímenes del pensamiento eran arrestados, torturados y reeducados en el mítico "Ministerio del Amor", o "Minimor" en el léxico del libro. Un elemento clave en el ejercicio del poder de los jéfes burócratas asociados a ese "Gran Hermano" era que en cada casa, habitación y rincón del país había cámaras de TV que vigilaban constantemente la actividad de los habitantes. Por su puesto que en ese régimen absolutista de ficción (?) se alentaba que los "Ciudadanos" se denunciaran mutuamente ante la visión de comportamientos sospechosos en contra del partido!!. ¿Esto no lo vi en otro lado? En fin...

Si bien en el programa de TV, del que nos ocuparemos ahora, no se ejerce el dominio de la misma manera, pienso que (no tan) sutilmente los habitantes "Mediáticos" de la "Casa mas famosa de la TV" son sometidos al poder del Gran Hermano local.
Dicho poder se ejerce a través del "Juego" de nominaciones y dones a los que se someten los tontuelos buscadores de 15 minutos (Segundos?) de fama. En esas actividades los Grandes Vagos, que habitan la guarida, deben nominar a compañeros, por razones justificables o no, para ser hechados del "Paraiso" que la casa representaría para sus obtusas visiones.
Esta actividad es el núcleo de esta crítica, dado que en ella se ejercen sin escrúpulos la sobrevivencia del mas apto a costa de "Hechar", "Matar", "Denunciar" a compañeros con argumentos mas que débiles como ser:

1) No me llevo bien
2) No se da, es reservado
3) no se.. debo nombrar a alguien y elijo a tal..

Todo este canivalismo social sólo en pos de un dudoso premio (y generando pingues ganancias al canal, de paso). Esto es lo execrable, el motivar la denuncia, tal como en el libro mencionado, de compañeros porque sí. Si parece que volviéramos al 76 y a la época de la dictadura pero recreada en un espacio acotado!!!!

Lo preocupante del tema no son los benditos bobos que se someten a voluntad (?) a esta aberración, sino los televidentes que a sabiendas o sin saberlo adoptan, o somos testigos de, estas técnicas dignas de la época de oro del Nazismo. ¿Acaso les agrada esto de denunciar (Nominar) al otro porque "es peligroso para mi!!!" ? ¿Acaso no lo vemos de maneras sutíles en cualquier actividad que cada uno de nosotros desarrolla?. La megadifusión de estas actividades deleznables es lo que yo cuestiono duramente y pretendo que Ud, lector, medite al leer esto.

Por otro lado pienso... ¿No será que lo vemos tanto porque nos vemos reflejados en ese siniestro espejo?

¿No les parece?

1 comentarios:

La vuelta de la vida dijo...

Esto no es más ni menos que la filosofía mercantilista de las cosas.
A mi me enseñaron en la educación básica que recibí que la educación es un privilegio, y que uno que esta mas educado que otros, tiene una obligación moral de enseñar a los demás.
Claro pero según esta filosofía barata que existe actualmente en la cual uno no debe decirle a los demás como pensar, se invalida el proceso de educación.
Proyectando este mismo ejemplo en la televisión uno no puede educar con la televisión porque la gente no quiere ser educada, y lo que es peor tampoco lo quiere.
Entonces los "educados" de la televisión (toda esa gente privilegiada que ha estudiado y que vive muy bien que hay en la caja boba) logran con un éxito pasmoso "no educar" sino degradar al ser humano.
En fin hemos cambiado el hacer algo para que la gente se eduque por hacer algo para que la gente tenga lo que quiere, desechando que lo que lo que nos hace humanos es la educación, sino seriamos simplemente menos que un mono.